domingo, 9 de junio de 2013

Capítulo uno.




Las lágrimas corrían por mi rostro viendo el negro ataúd delante de mí, con gracia llevada por Ryan, Chris, Nolan y Chaz, todos vestidos con trajes elegantes. Tristeza, frustración y confusión se veía en cada una de sus caras. Todo el asunto era una falta de definición, no sólo por las lágrimas cegando mi visión. Yo no lo podía aceptar. Simplemente... Simplemente no estaba bien, él no está aquí. Sentía como la mitad de mi se había ido.
Bajé la cabeza mientras las lágrimas se hicieron más frecuentes, tuve que contener mis sollozos. No era un dolor dentro de mí, no un dolor como cuando te caes y te raspas la rodilla, o cuando te cortas accidentalmente preparando una comida, o como cuando te quemas. No, era un dolor debido a la pérdida. Esa sensación que tienes cuando te das cuenta de que nunca verás a alguien que te amaba o se preocupaba por ti.
Nunca voy a hablar con él de nuevo. No voy a ser capaz de decirle mis problemas, el solía estar ahí cuando un chico rompía mi corazón, el solía estar ahí cuando yo necesitaba un consejo. No va a estar aquí en absoluto, porque la vida de Justin fue tomada y ahora el esta muerto. El se había ido. Para siempre. Como la canción ‘Chasing Cars’ sonando, Justin en su hermoso ataúd negro, decorado con remolinos de oro, y hacia arriba con curvas en las esquinas fue bajado a la tierra, todo el mundo a mi alrededor estalló en sollozos, todos estaban abrazados, sujetándose unos a otros, me quede aquí, llorando para mi misma, pensando en todo.
Es obvio que el se fue, parecía como si cientos se había presentado para decir adiós a su amigo. Ellos, como yo echaríamos de menos la forma en que casualmente el tonteaba con cualquier persona, la manera en que su famosa sonrisa iluminaba toda la habitación, la forma en la que el hacia bromas y aunque no fueran graciosas todo el mundo se reía. Él era amable con todos, no importa quién eras o como te vestias, el te aceptaba como amigo.
Ally, la novia de Ryan se acercó con los brazos abiertos, sus ojos estaban rojos. Ella vio mis lágrimas y me atrajo en un abrazo reconfortante, que me permitía llorar en su hombro desnudo mientras hacia círculos en mi espalda con su mano suavemente. Sentí su pecho subir y bajar como si tuviera hipo, ella también estaba llorando. ¿Por qué fue tan difícil? ¿Por qué tenía que haber desaparecido? ¿Por qué tuvo que dejarme? ¿Por qué tienen que llevárselo? ¿No se da cuenta de que lo necesitaba? Yo lo necesitaba conmigo. Miré por encima del hombro de Ally, mire hacia los altos árboles verdes en la esquina del cementerio pequeño, no sé lo que me hizo, sentí que alguien me miraba, me di cuenta de un movimiento en los arbustos espinosos, me centré en ella un poco más, tratando de ver. Había un chico, que parecía extrañamente similar, que llevaba un traje negro y un lazo negro, mire hacia otro lado, mi imaginación me empezaba a controlar. Yo estaba alucinando. Poco a poco me abrí paso hacia la tumba abierta, con Ally a mi lado, de la mano. 
—Adiós Justin— le susurré en silencio, cerré los ojos y respire profundo, después me di la vuelta dándole la espalda a mi mejor amigo muerto y salí del cementerio.



Sinopsis:

Cuando Justin Bieber, uno de los chicos más populares de la ciudad es misteriosamente asesinado y nadie sabe quién lo mató, Lyss Adden, su mejor amiga se queda devastada y sola. Ella no tiene idea de qué hacer o dónde buscar pistas, la policía no ayuda en absoluto y con un asesino suelto tiene que proteger a los que ama, así como a ella misma. La muerte de Justin está desmoronando su relación con su familia y amigos. Lyss no puede aceptar el hecho de que él la dejó, el hecho de que el que está muerto. Se fue. Para siempre. Recuerda: Los celos causan la muerte.

miércoles, 24 de abril de 2013

¡Lo siento!

Lo siento, lo siento mucho pero no puedo seguir con esta novela, prefiero planearla bien porque sinceramente, tenía un trozo, podría haber seguido pero no tenía el final planificado ni nada, prefiero escribirla y cuando la tenga toda subirla. Tampoco tengo inspiración para seguir con esta novela, no me salía no lo sé. Lo siento mucho por mis seguidoras.

Tengo otra novela de Justin y tú que esta si, que si que no la dejo, lo prometo. Si os queréis pasar esta aquí:

www.tueresmiochoperotumbado.blogspot.com 

Lleva un capitulo ahora subiré el siguiente. :3

A MIS LECTORAS DE TUENTI, ME HAN DENUNCIADO, AQUÍ TENÉIS MI TUENTI:

Heather Thirwall Russo

¡Besos!


domingo, 31 de marzo de 2013

Capitulo seis.







IINarra SidneyII


Salí de casa y me encontré con Núria, mi prima.

-Hola Sid.-Me dio un beso en la mejilla.-¿Dónde vas?
-Hola. A recoger a mi prima ¿Tu? –Miré la bolsa que llevaba en las manos.
-Vengo de comprar vasos para esta noche y ahora voy a comprar la bebida ¿vendrás no?
-Claro, claro que iré. Iré con Heather ¿va?
-Esta bien. Me voy que está Harry esperándome.
-Hasta luego.- Le di un beso en la mejilla y salió corriendo.

Fui hacia el parque donde había quedado con Heather y ahí estaba, sentada en un banco. Tan vaga ella como siempre. Me acerqué y le chillé en el oído.

-¡Bruta! Me has asustado.-Me miró de arriba abajo.-¿Sidney? ¿Sidney Williams? ¿Eres tú? –Oh si, no lo recordaba, la última vez que Heather me vio aún era una barbie. Aún no había cambiado todo mi estilo, toda mi forma de vestir.
-Si soy yo tonta.-Reí.
-¡Como has cambiado! Me tienes que contar muchas cosas se ve eh.
-Si, vamos a mi casa y ya hablaremos. Tenemos tiempo.-Sonreí por el saber que ya estaba de vuelta, mi mejor amiga estaba de vuelta.

Llegamos a mi casa y oímos unos gemidos. Si, Niall lo había conseguido, se había llevado a la cama a mi hermana. Es tan estúpida, no sabe que dentro de una semana la dejara.

-¿Quién hay arriba?-Pregunto Heather riéndose.
-Alison y su novio.-Entré en la cocina.
-Si que hay cosas que me he perdido. Alison tan santa que era. –Dijo con desprecio. Heather y mi hermana nunca se han llevado bien. Alison siempre le ha tenido celos a Heather.
-No, sigue siendo una santa delante de mis padres. No ha cambiado.-Me puse un vaso de agua y me lo bebí.

Estuvimos hablando un poco de todo hasta que al parecer aquellos dos ya habían acabado porque se oyó un portazo. Subimos arriba y me encontré a Niall.

 -¿Qué? ¿Ya te la has follado?-Pregunté. ¿Cómo podía ser tan patán y tan imbécil de hacerlo aquí? ¿En mi casa? Se les oían los gritos por toda la casa. Menos mal que no esta mi madre.
-¿Y a ti que te importa?
-A mi nada. Pero ella si, y sé que ahora la dejarás e irás a por otra. Te conozco demasiado Niall.-Le aseguré.
-Tú no me conoces de nada.
-Si, si lo hago. ¿Y sabes?- Cuestioné.-Algún día te enamorarás y sufrirás Niall algún día lo harás.- ¿Por qué dije eso? Porque es la verdad, todo el mundo se enamora, a lo mejor no ahora pero dentro de un tiempo si.

Lo dejé con la palabra en la boca y entré en mi habitación acompañada de mi mejor amiga Heather.

-¿Quién era ese? –Dijo sentándose en mi cama.
-Niall, el novio de Ali. –Saqué un cigarro de mi mochila y lo encendí.
-Pues esta muy bueno.
-A mi no me lo parece. Me parece un inútil que solo sabe hacer que pierdan todas su dignidad por el.-Me senté en el sillón que tenía y le pegué una calada.
-Bueno, da igual. Me tienes que dejar algo para esta noche.
-¿Qué quieres que te deje? –Me levanté y abrí mi armario.-Coge lo que quieras. Es tu casa.
-Esta bien.- Heather se levantó y fue hacia el armario. Yo me senté de nuevo donde estaba antes.-Cogeré esto y esto. –Un vestido corto negro y tacones del mismo color.
-Va.
-Oye, ¿y David? –Preguntó. –No lo veo hace tiempo ¿Dónde está?
-No lo sé. Andy se lo llevó a un centro. –Agaché mi cabeza. Hablar de este tema no era mi preferido. Desde pequeñita no veía a mi hermano. Desde que mi madre pensó que el no era bueno para la reputación de la familia. ¿Por qué? Porque el nació con una enfermedad que solo le iba una parte del cuerpo. Por eso odio a mi madre desde siempre. Algo de felicidad que había en mi vida y esa señora se lo llevó.
-Oh, lo siento. –La miré y vi en sus ojos que estaba arrepentida por la pregunta que había hecho. No era su culpa, ella no sabía nada de esto. Más bien nadie lo sabe mi madre les dice a todo el mundo que se fue a estudiar al extranjero. Que lo asuma, que no sea tan patética de inventarse cosas. Es odiosa- Vamos a dar una vuelta.-Sonrío cogiendome de la mano.
-Vamos, pero en un rato tenemos que volver para vestirnos.-La avisé cogiendo mi mochila.
-Si, si tranquila.

Salimos de la habitación y avisamos a Alison que salíamos. Ella como siempre, probándose ropa. Cogí las llaves y cerré la puerta de casa.

-¿Dónde vamos? –Pregunte mirando a mi amiga.
-No lo sé. Tú conoces esto más que yo.
-Si, es cierto. –Reí. Si, tengo cambios de actitud con cada persona, con unas puedo ser lo más fría posible pero con otras puedo estar agradable y Heather es una de ellas. –Vamos a dar una vuelta por el barrio.

Estuvimos andando un rato hasta que pasamos por delante de una casa, había dos chicos esperando en la puerta. A uno lo reconocí enseguida. Ese tal Zayn.

-¡Eh, Sidney!- Chilló. Me giré para verlo.
-Ah, hola ¿Zayn? –Dije dudosa.
-Si, Zayn, Zayn Malik. El del parque.

Capitulo cinco.






IINarra Niall.II

¡Jodida niña! Es tan ardiente, sería tan placentero hacerlo con ella pero se ve que es una chica difícil y dudo mucho que la consiga.

Su madre me va a matar como no la vea aquí, pero bueno, ha dicho que tardaba diez minutos ¿no? Perfecto. El tiempo que tengo para que Alison lo quiera hacer conmigo. Como dije tiempo atrás yo no soy hombre de una sola mujer. Yo estoy creado para hacerlas gozar, y hacerme gozar a mi mismo. Por eso estoy una semana con una, me la follo y la dejo. Así es mi vida, mi perfecta e increíble vida.

-Bebe, ¿Qué piensas?-Hablo Alison dándome un beso en la mejilla.
-Nada Alison. –Giré la cara y la besé con pasión. Ella siguió con ese beso. La tenia cuando quería y en ese momento la quería, la quería hacerla mía. Yo sabía que Alison no era virgen pero me dijo que quería esperar un poco. Un poco son una semana lo que llevamos juntos. La cogí de la cintura y la senté a horcajadas en mis piernas. Ella al notar la notada erección de mi entrepierna soltó una leve risa. Metí mi mano dentro de la camisa de ella acariciando su espalda mientras ella tenia sus dos pequeñas manos en mi nuca. Con la mano que me quedaba libre fui subiendo desde su muslo hasta el botón de su pantalón. Lo desabroche y metí mi mano dentro de el acariciando su feminidad por encima de la tela llamada tanga ya molesta.

-Ey, bebe-Me paro.
-¿Qué pasa?
-Tumbémonos en la cama.-Sonrío con picardía.
-Esta bien.

Me levante con ella aún en brazos y la tumbé en la cama quedando yo encima. La volví a besar y ahora mucho más fuerte como si necesitara comérmela a lo que ella respondió cogiendo la camisa y quitándomela quedándome con el torso desnudo.
Baje mis manos tocando todo su cuerpo hasta llagar de nuevo a sus pantalones con el botón desabrochado. Metí de nuevo mis manos quitándole ahora si el pantalón, Alison me ayudo y lo lanzo a no sé que parte del cuarto. Besé su boca entreabierta y fui besándole desde la mandíbula hasta el cuello donde deje una gran marca quité su camisa y ya esta, la tenía ya casi. Ella estaba en ropa interior y yo solo con pantalones y calzoncillos.
Alison dio media vuelta y quedo ella ahora encima de mí. Beso mis labios y bajo sus manos hasta mis pantalones que logro deshacer un dos segundos. Era buena, muy buena. Metió las dos manos en mis calzoncillos y me los quito saltando mi gran y notoria erección. Mire a Alison y ella se sonrojó. Oh, dios ¿Qué pensaba hacer? Que no lo hiciera si nos moriría aquí mismo. Y si lo hizo, se metió mi miembro en su boca. Estaba en la gloria. Oh, si.

-Ya, Alison, para.-No aguantaba más, si seguí así me correría en su boca. La cogí de los hombros y la subí de nuevo. Di una vuelta quedando otra vez ella debajo de mí. No amantaría más. Le quite el sujetador y el tanga que llevaba puesto. Cogí mis pantalones que estaban tirados por el suelo, metí la mano dentro de unos de los bolsillos y saqué un preservativo. Rompí la bolsita y lo saqué.

-Espera Niall, te lo pongo yo. –Alison lo cogió y me lo puso. No podía estar más caliente. Me puse encima de ella e introduci mi miembro dentro de ella.
Empezamos a movernos rápidamente, los dos sudamos y gemimos fuertemente, de seguro que los vecinos de al lado nos estarían escuchando.  Pero bueno, que eso nos da igual, seguimos moviéndonos rápidamente, hasta que yo llego al orgasmo, el sigue moviéndose hasta que se corrió. 

Me quité de encima de Ali y me tumbé a su lado.

-¿Te ha gustado pequeña?-La miré con una sonrisa. Tenía los ojos cerrados con la cabeza arriba y esbozo una sonrisa.
-Si, mucho. –Me miró. -¿Qué hora es bebe?
-Las –Cogí mi móvil que estaba al lado de la cama, en la mesita de noche y miré la hora.-Las ocho, me tengo que ir, tengo que ir a arreglarme para esta noche. -Me levanté y cogí mis calzoncillos y pantalones y me los puse. –Bueno, esta noche pasaré a por ti con Harry y Zayn.-Besé sus labios y me puse la camisa.
-Adiós.

Salí de su habitación y me encontré con Sidney y otra chica hermosa. Estaba muy buena la verdad, pero seguía sin superar lo ardiente que era mi cuñada rockera.


-¿Qué? ¿Ya te la has follado?-Preguntó Sidney mirándome con cinismo.
-¿Y a ti que te importa? La miré.
-A mi nada. Pero ella si, y sé que ahora la dejarás e irás a por otra. Te conozco demasiado Niall.-Sonrío desafiándome.
-Tú no me conoces de nada.
-Si, si lo hago. ¿Y sabes?- Cuestionó.-Algún día te enamorarás y sufrirás Niall algún día lo harás.

Y se fue. Se fue, como siempre dejándome con la palabra en la boca. Es tan rara esta chica, tiene algo, detrás de toda esa faceta suya dark, emmo, hay algo que ella esconde.


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Tuenti: Alexandra Williams Scott.
Twitter: @RadiateStrong13.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Tercera parte. [El ascensor, Harry Styles y tu].



Y sólo -Yo también te amo, siempre lo he hecho.

Y sólo bastaron aquellas palabras para hundirse en ella con profundidad. Los gemidos de ambos escaparon altamente de entre sus labios, exclamando sus nombres. Las embestidas que Harry daba para llegar más y más dentro de ella iban acelerando el ritmo poco a poco. El sudor de sus cuerpos se entremezclaba. Besó el blanco y suave cuello de Mia, mientras ella se dedicaba a acariciar con vehemencia la espalda de él. Mordisqueo una pequeña parte de su piel al sentir las palmas de la joven hacer presión en su trasero. Se hundió aún más en su interior, pensando en cómo había sido posible que hubiera aguantado tanto tiempo sin siquiera besar los dulces labios de Mia… y lo imperdonable era el no haberse dado cuenta de que ella sentía lo mismo por él. ¡Pudo disfrutar de aquel jugoso manjar desde hace mucho!

Entre gemidos y jadeos, se aseguraron de repetirse aquellas palabras que tanto los llenaban. La tibieza y humedad del cuerpo de Mia lo transportaron a lugares más allá de la realidad. En su mente sólo estaba ella y él, haciendo el amor tan maravillosamente, sin importarles estar en medio de un ascensor sin electricidad… al contrario. Muchas fantasías surcaban en la mente del joven cuando observaba a la castaña, y no podía decir que nunca se imaginó haciéndola suya dentro de un ascensor.

-Harry… - La besó cuando sintió el orgasmo muy cerca. Mia apretó contra él, sintiendo llamas ardientes avivarse en cada parte de su ser.
-Mia… - Se desplomó sobre su cuerpo cuando sintió su esencia liberarse en su interior, su parte más sensible contraerse junto a la de ella; su olor transpirado penetraba en su nariz ¡Dios! No había sido como muchas veces lo soñó, no… ¡Había sido mucho mejor!
-¡Dios! –La chica lo abrazó fuertemente contra ella, besando su hombro y acariciando su espalda – Y te decía que eras como mi hermano. –Rió antes de besar su mejilla.– Que mentira tan grande. ¡Dios! –Exclamó de nuevo.- ¡Estoy tan feliz!

Harry levantó el rostro para observarla. Ella le sonreía de manera radiante, esa sonrisa que tanto lo derretía. Sus bellos ojos brillaban con una intensidad innata.

-Ten claro que te amo, Harry, y no como un hermano. Aunque creo que eso quedó claro– El joven la besó con suavidad, aún sin querer salir de ella. Sin duda había sido un completo cobarde al no haberse atrevido antes. Un ciego de primera por no darse cuenta de los sentimientos de ella para con él. Un *beep* por tardar no sabía cuanto tiempo en decirle que la amaba. Pensó que el encierro en aquel ascensor había dado cabida a la valentía antes dormida… O quizás fue ese efecto sedante que ocasiona el calor.

¡Y otro tanto tiempo aguantando aquel martirio de no poseerla, de no tenerla¡ Sufriendo al verla salir con aquellos ****as que no la merecían.

-¿Por qué me decías que era como tu hermano?
-Porque creí que tú me querías de esa forma.- los labios de Harru se curvaron en una sonrisa.
-Eres una tonta… - La sonrisa que adornaba su cara era inmensamente ancha. Parecía un sueño, más estaba seguro de que era la realidad.
-Y tú un imbécil. Me hubieras dicho que me amabas desde mucho antes. – Ella fue quien lo besó.
-Nuestro momento… y fue en un ascensor.
-¿No te gustó? – Enredó sus manos en la mata de cabello castaño.
-¿Bromeas? Se cumplió una de mis mejores fantasías.
-Hum… Bueno, una fantasía ya realizada. ¿Dónde más has imaginado estar conmigo, Styles?

Sonrió ante la pícara mirada de Mia. La besó una vez más, justo antes de sentir el piso del lugar vibrar ligeramente.

-¡La luz! – Exclamó saliendo de ella para levantarse, pero las piernas y los brazos de la joven se lo impidieron.
-Esta fantasía puede durar un poco más…
-Pero, Mia… - La joven estiró sólo una de sus brazos hasta llegar a los botones del ascensor para así oprimir el botón de cerrar, para luego abrazarlo de nuevo. Se movió de manera sorpresiva, logrando estar ahora sobre el masculino cuerpo de su compañero.

Su cabello despeinado, su rostro sonrojado… ¡Dios, era tan hermosa, tan pasional, tan intensa… perfecta!

-Aja… - Bajó sus labios hasta su pecho, esparciendo besos por su piel.
-¿Planeaste esto?
-No… - Sus labios acariciaron su mandíbula antes de llegar a su boca. – El momento me dio la oportunidad, y no la iba a desaprovechar. Pero te me adelantaste, con ese beso… - Harry la atrajo por la nuca para besarla de nuevo.
-¿Y Cody?
-¿Quieres que vaya a mi cita con Cody?
-¡No!– Acarició sus piernas con vehemencia. – Gimió al sentir los pechos de Mia restregarse contra su torso, y de nuevo le vinieron las ganas de apretarlos contra sus palmas. Llevó a cabo ese placentero acto cuando ella se enderezó, contoneando lentamente sus caderas sobre su pene nuevamente excitado.

La joven realizaba esa tentadora danza sobre su miembro, sólo dando lentos y rítmicos movimientos circulares.

Es hermosa…

{Y ahora es tuya. Después de tanto desearlo.}

Ahora es mía.

-Te amo, Mia.
-Te amo, Harry… - Lo recibió de nuevo dentro de ella.

Nuevamente, sus mentes se perdieron, sus cuerpos se agitaron, y sus corazones se aceleraron.

Entre tanto placer y tanta felicidad, Harry no logró dar con esa pequeña lista mental, la cual contenía el nombre de esos lugares con los cuales soñaba, mientras hacía a Mia suya, una y otra vez…_

1. Un ascensor. (Cumplido, de manera inesperada. ¡Pero cumplido!)
2. Un auto . (No sabía por qué, pero lo deseaba)
3. Una solitaria cabaña. (En alguna montaña...puede ser ¿por que no?)
4. Una laguna.
5. Una cascada.
6. La playa.
7. Sobre la arena.

En realidad, ya no importaba en donde demostrarle lo mucho que la amaba y deseaba. Con tal de estar con ella, cualquier sitio sería perfecto.



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¡FIN! Espero que os haya gustado este pequeño relato. Muchas gracias a las seguidoras desde el principio. ¡Os amo!
Tuenti: Alexandra Williams Scott
Twitter: @MiaBieber96 / @RadiateStrong13.


Capitulo cuatro.




Capitulo 4.


IINarra SydneyII

Dios, este chico es tan agh, a ver es guapo pero yo nunca nunca estaría con una persona tan insoportable, egocéntrico, machista, mujeriego, narcisista. Oh dios no, es lo peor que podría hacer en la vida.

Entre en mi habitación y me senté en la cama. Encendí un cigarro y lo metí en mi boca. Una calada, dos, tres, así hasta terminarlo. Apague el cigarro en el cenicero que tenía en la cama y me levanté.

-¡Alison!-Chillé.
-¡¿Qué quieres?!-Contestó la voz repelente de mi hermana.
-¡¿Hoy hay fiesta en casa de Sandra, no?!
-Si, ¿vas a ir?-Asomo la cabeza de mi hermana en la puerta.
-¡Alison, ¿Qué coño te he dicho que no entres sin tocar antes?!-Agh, ¿no saben leer o que? Lo pone bien clarito en la puerta.
-¡AY! Lo siento, lo siento.-Bajo la cabeza un momento para subirlo de nuevo.- ¿Vas a ir o no?
-Si, si voy a ir, es mi prima.
-¿Qué te vas a poner?
-Pues no lo sé-Miré mi armario.-Un vestido supongo ¿Tu?
-Lo mismo. Bueno, me voy que estoy ahí en mi habitación con Niall.
-Vale, adiós.

Me levanté de la cama y abrí mi armario ¿Y ahora que coño me pongo yo? Saqué una vestido rojo ajustado a mi cuerpo de tirantes y la espalda descubierta y con unos tacones negros bastante altos, pero bueno, me gustan mucho los tacones. Deje la ropa encima de una silla para que no se arrugara y cogí mi móvil. Miré la hora, las 5 de la tarde. Me tumbé en la cama y me acosté, estaba bastante cansada, ayer llegué bastante tarde del bar.
Me puse música en mi móvil y a los minutos me quedé completamente dormida.


-Dos horas más tarde.-

Me desperté “gracias al despertador” notase la ironía. Mire quien era el maldito que me despertaba. Heather. ¿Qué? ¿Qué hace esta llamándome?

-¿Si?-Pegué el móvil a mi oreja.
-Hola Sidney ¿Qué tal estás imbécil?
-¿Qué haces llamándome tonta? ¿No estás en Francia trabajando?
-Si, bueno, no. Me he tomado un descanso para ver a mi mejor amiga ¿no puedo?-Se río a través del móvil.
-Oh, si, si.-Reí.- ¿Y donde estás? ¿Aquí en New Cork?
-Si pequeña –Dios, odiaba que me dijera eso. Es un año mayor que yo solo. Agh.- ¿Quedamos?
-Heather, sabes que odio que me llames así.-Refunfuñe.-Si, si quedamos. ¿En media hora en el parque de siempre?
-Vale, nos vemos allí. Adiós tonta.
-Adiós gilipollas.
--Colgué--
Bueno ¿Quién es Heather? Es mi mejor amiga desde que tengo uso de razón, siempre, siempre estábamos juntas no había día el que no lo estábamos. Pero bueno, ella se fue por que su sueño siempre había sido modelar, posar para revistas, etc. Y allí en Francia lo consiguió así que nos separamos unos dos años hasta ahora, que ha vuelto.

Me levanté de la cama de un salto y me puse mis botas negras, me miré en el espejo y perfecta. Entré en el baño me hice el pelo bien, me puse la raya y mi pintalabios rojo pasión. Me mire de nuevo y salí del baño y de mi habitación.


Fui a la habitación de mi hermana y abrí sin tocar la puerta y ahí estaban ella y el idiota de su novio tumbados en la cama.

-Tu, me voy. He quedado.
-No, no puedes salir.-Me interrumpió el novio de mi hermana.
-¿Por qué? ¿Por qué tú lo digas? –Me reí cínica.-JÁ, adiós. En 10 minutos vengo con una amiga.
-Vale, adiós.-Dijo esta vez mi hermana.

Salí de casa y me encontré con…





Capitulo 3.




¡Hola! A ver cielos, he cambiado un poco la novela, ahora en cada capítulo narrara un personaje, por ejemplo en este capítulo solo narra Niall pero en el 4 narrara Sidney. Así me gusta mucho más y quedará mucho más bonito. Por cierto, a las lectoras de tuenti, comentar en el blog como ahora me he quitado durante un tiempo el tuenti, por eso. Si no tengo mínimo diez comentarios en cada capítulo tardaré en subir. Gracias, un besito.




Capitulo 3.


-Pasa E…Niall.-Miré a Andy con cara de pocos amigos.    
-Gracias Andy.-Entré a su casa y giré mi cabeza hacia a la cocina. Oh, dios. ¿Esta era la otra hija de esta señora?
Vi a la chica más ardiente, preciosa que había visto en mucho tiempo. Llevaba colgando de su hombro una funda con una guitarra dentro. Su pelo largo y rubio tapaba un poco de su guitarra y sus ojos, sus ojos marrones con una oscura raya negra pintada alrededor de sus grandes y profundos ojos. Vestía con unos pantalones cortos que hacía que sus piernas largas y blancas fueran más perfectas, una camisa negra con el grupo AC/DC y botas militares. Era una diosa, una diosa rokera.
-¿Qué miras imbécil?-Me saco de mis pensamientos esa chica la cual aún no sabia su nombre.
-A ti –Pase de nuevo mi mirada por todo su cuerpo mordiéndome el labio.-Eres tan, tan…ardiente.
-Que pena que no pueda decir lo mismo mi vida.-Se levantó y vino hacia mi.-Eres el novio de mi hermana, ¿no?
-Si.
-Dios, que pena, ella podría tener algo mejor.-Me miró con una sonrisa cínica y subió arriba.

Es pura tentación todo su ser. Me quedé mirando sus caderas moverse al subir las escaleras hasta arriba supongo que a su habitación. En ese momento baja otra chica de cabello rubio muy parecida a la anterior pero a la vez totalmente distinta. Una con un estilo roquero, funky y la otra con una falda corta, demasiado corta, un suéter que deja ver casi todo su pecho y bueno, unos tacones de unos 13 cm.
Era preciosa, estaba muy buena. Para no estarlo siendo la capitana de las animadoras. Pero bueno, ella solo es la chica de esta semana. Nada más ¿su nombre? Alison, Alison Williams. Bajo las escaleras tambaleando sus caderas haciéndome perder el control. Se acercó a mí y besó mis labios fugazmente.

-Hola preciosa.-La cogí de la cintura entre mis manos.
-Hola –Sonrío.-¿Subimos a mi habitación?
-Claro, vamos.

Subimos las escaleras y andamos hasta su habitación. Yo ya había venido más veces a su casa, pero nunca me había fijado en la puerta que había delante de la habitación de Alison. La miré y había posters de los grupos AC/DC, Metálica, Paramore, los Rolling Stones, el cantante Marilyn Manson. Buenos grupos la verdad. Deducí que era la habitación de Sidney no solo por esos grupos si no porque en medio de la puerta había pegado un papel enorme y unas letras negras destacando lo que ponía escrito “Como se te ocurra pasar sin llamar a la puerta, mueres”. Reí. Si, esta chica era diferente. La quería, la quería debajo de mí, chillando mi nombre, sudando. La quería hacer mía.

-Cariño, vamos entra.-Me llamó Alison.
-Oh, si claro.-Entre en su habitación y todo lo contrario a como la tendría Sidney supongo. Esta habitación era toda, toda rosa, no había ni un milímetro sin tener algo rosa. Bueno, si. El maniquí que había al final de la habitación. En el estaba el traje de animadora rojo. Si, ese que nos ponía a todos calientes, normal, van enseñando todo lo que tienen, como yo lo llamo “la gloria”.

Nos sentamos en su cama y la besé. Basaba tan bien, la verdad, si yo no fuera tan capullo y saliera solo para follarme a las chicas supongo que podría tener una relación con ella. Es la “chica perfecta” es, rubia, alta, tiene un cuerpo diez y es la capitana de las animadoras como ya dije antes. Somos la pareja perfecta del instituto.

-¡Alison!-Chillo una voz desde fuera.




domingo, 10 de marzo de 2013

Importante.




Subiré un capitulo pero como esta novela es ese capitulo y claramente en los otros dejaré la novela. Lo siento mucho pero estoy harta de que suban las visitas como la espuma y que luego no haya comentarios, me rebienta, me rebienta mucho. Si queréis que la siga comentad y por las de tuenti también va.
Gracias por estos segundos de atención.

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Twitter: @MiaBrandon96
Tuenti: Alexandra Williams

Gracias y adiós. Un beso. <3

lunes, 4 de marzo de 2013

Capitulo dos.






-Oh, dios. Que susto me has dado imbécil.-Alcé mi vista para ver al chico que había apoyado en el árbol.
-Lo siento, no pretendía asustarte.-Sonrió.-Me llamo Zayn, Zayn Malik.
-Yo Sidney, Sidney Williams.- Baje de nuevo mi mirada, le di otra calada a mi cigarro y lo apague al lado del árbol.
-Un placer Sidney, ¿Qué haces aquí? ¿Tu solita?
-Pues relajarme ¿no lo ves? Y ahora mismo –lo mire de arriba abajo- no tengo tiempo que perder con niños.

Me levanté del suelo y limpie mi culo con las dos manos y me puse a andar hacia al lado contrario del parque donde solo había árboles. Miré hacia atrás por última vez.

-Adiós Zayn y encantada.-Sonreí cínicamente.

Me giré de nuevo y seguí andando. Miré a mi alrededor; todo árboles, ni un alma, flores de todos los colores y hojas cayendo al suelo. El sitio perfecto para hacer fotos. Saqué la cámara de mi mochila de cuero negra y empecé a fotografiar todo lo que veía. Desde un simple pájaro que se había posado para cantar hasta la flor más bonita que había en todo el parque.
Me senté en el suelo, saqué mi móvil y miré la hora. Las dos y media.

-¡Mierda! A las dos tenía que estar en casa.-Chillé.

Me levanté enseguida y me puse a andar lo más rápido que me permitían mis piernas. Llegué a casa y estaban todos ya sentados en el comedor comiendo.

 -¿Qué horas son estás de llegar?-Preguntó mi madre poniéndose en pie.
-Pues son las dos y media y si me permites voy arriba a cambiarme. –La miré.-Adiós.

Subí arriba, me fui a mi cuarto y abrí el armario. Cogí la ropa que me iba a poner: una camisa ancha negra de fondo el nombre del grupo AC/DC, unos pantalones cortos vaqueros y como siempre, mis botas militares negras. Me metí en el baño y me quité la ropa que llevaba puesta y entré en la ducha. Deje que el agua artificial que salía del grifo calmara todos mis sentidos, músculos y todas las partes de mi cuerpo. Enjabone mi cuerpo y mi cabello de tal forma que desaparecieran todas las partículas de suciedad que había en mi cuerpo blanco. Abrí de nuevo el grifo quitando todo el jabón que había. Me enrollé en la toalla y salí del baño, me sequé y me puse la ropa que había cogido anteriormente. Me hice el pelo y lo seque. Salí del baño y bajé abajo a comer algo. Entré en el salón y estaba toda mi familia viendo la tele.

-Voy a comer algo.-Dije haciendo llamar la atención a mi querida madre, padre y hermana.
-Esta bien, Eli te calentará la comida.-Y de nuevo mi madre fue la que contesto. Odio a esta señora, desde que cambié ya es como si fuera “la vergüenza de la familia” y no se da cuenta que la vergüenza es ella.

Entré en la cocina y ahí estaba Eli, nuestra ¿sirvienta? ¿Ama de llaves? ¿Cocinera? Lo que prefiráis llamarle.

-Hola Eli.-Me acerqué y le di un beso en la mejilla.
-Hola Sidney ¿vienes a comer cielo?-Sonrío.
-Si, si vengo a comer. ¿Dónde esta la comida? –Miré a todos los lados con algún resto de comida.
-Ahora te la caliento.
-Esta bien.-Me giré y me senté en la mesa que había al centro de la cocina.

En otra parte de Nueva York.
IINarra NiallII

-Hoy hay una fiesta en casa de Nuria Weaver, la prima de tu novia.
-¿Enserio? ¿Vamos a ir, no?
-Claro que si tío, me han dicho que esa tía monta unas fiestas impresionantes.
-Esta bien Zayn, pues no nos la perdemos. Ni de coña.
-Vale, ¿a que hora paso a por ti?
-A las nueve, ahora tengo que ir a casa de Alison.
-Oh, ¿Cuánto tiempo más vas a durar con ella?
-No lo sé. Bueno, me voy adiós.
-Adiós bro.
---Colgué---

Deje el móvil en la mesita de noche, me puse mis deportivas y me levanté. Cogí de nuevo el móvil y baje abajo.

-¡Mama, me voy a casa de Alison! Adiós.- Sin dejar que contestar salí de casa y cerré un portazo.

Eché a andar calle abajo hasta llegar a casa de mi novia de la semana Alison. Llegué a su casa y llamé a la puerta. A los pocos segundos salió la madre de mi novia.

-Pasa E…Niall.-Miré a Andy con cara de pocos amigos.    
-Gracias Andy.-Entré a su casa y giré mi cabeza hacia a la cocina. Oh, dios. ¿Esta era la otra hija de esta señora?

martes, 26 de febrero de 2013

Segunda parte [El ascensor Harry Styles y tu].


-No eres mi hermano, Harry.
Sonreí ante esas nuevas palabras. ¿Era el permiso dedo? ¿Era la confesión deseada? ¿Era mi deseo hecho realidad? Si.
La besé con una desesperación más notoria que la vez anterior. La mano que mantenía entre su pelo la baje de nuevo, rozando la suavidad de su piel descubierta de su espalda. La excitación creció de manera irremediable. Besarla de esa manera no era suficiente. Quería más... Y la acción de Mia a continuación me dieron a entender que ella también.
Las manos de Mia bajaron por lo ancho de mi espalda, sus caricias me quemaban de una manera tan placentera, a pesar de aún estar vestido; Mia se detuvo con firmeza sobre mi trasero. Gemí al sentir el roce que propició la cadera de Mia contra mis partes. La erección de mi entrepierna creció aún más, y mis mejillas se tornaron de un rojo tomate al notar la mirada castaña en aquella parte de mi cuerpo. Solo ella podía causar eso.
La boca de Mia se posó contra la mía nuevamente, besandome de una forma que me hizo gruñir contra mis labios ahora hinchados. El vestido azul que le sentaba a la perfección ya estaba estorbando demasiado. Con una velocidad inmediata la despojé de el. Y con una rapidez aún más sorprendente, yo me desnudé por completo.
-Estamos aún en el ascensor.
-No importa.
-¿Si regresa la luz?
-Correremos el riesgo.
-Esto es de locos.
-No...es mi fantasía.
-Narrador omnisciente.-
No les importaba estar en el piso de un ascensor, sólo dentro de ellos estaba la necesidad de sentirse y de quererse. Conectarse hasta lo más profundo.
Las manos de Harry recorrieron cada parte de ese delgado cuerpo que muchas veces imaginó poseer, y ahora, se haría realidad. La expresión que tenía el rostro de Mia lo llenó de placer y disfrute. Sus gruesos dedos masculinos rozaron la curva de sus pequeños, redondos y apetecibles senos, provocando que los rozados pezones de la chica irguieran al instante. Es perfecta. Hermosa.
-Harry...-El susurro ronco que Mia proclamo lo alteraron, más no deseaba ser rápido.
Besó sus labios con una dulzura desbordada, asegurándose de saborear cada centímetro de ellos ¡era exquisita! Sus manos continuaron trazando caminos por la tez de su cuerpo; pasando por su plano abdomen, su vientre...La vio a los ojos, y en ellos pudo observar esa misma mirada con la que él la detallaba desde hacía tanto tiempo.
-Estamos encerrados en un ascensor...-Fue lo que dijo ella con su respiración notablemente alterada.
-¿Nos detenemos? -Sabía la respuesta desde mucho antes de que Mia negara con la cabeza. -No tienes idea de lo mucho que deseaba este momento. Mia, yo...
-Nunca te vi como mi hermano... -Con esa oración, Mia quiso dar a entender que desde hace mucho tiempo también deseaba ese momento. Que él debió haberse dado el valor, de confesarse, y exclamar besos como los de ese instante, lo mucho que deseaba estar con su persona...Porque para ella, era exactamente igual.
-No soy tu hermano...-La exclamación fue acompañada por una caricia en la parte intima de Mia. La cabeza de ella arqueó hacia atrás, exponiendo su cuello a los labios del joven. La humedad que percibía Harry en aquella zona lo hicieron gemir. Intensificó la caricia, mientras su lengua debatía con la de Mia una vez más.
-Harry...-Sus dientes mordisquearon el lóbulo de su oreja antes de regresar nuevamente a sus pechos. Su mano ascendía por la textura suave de su vientre. Gimió al sentir las blancas y delgadas piernas de la joven enroscarse en torno a sus caderas para atraerlo hacia sí.
-Dios...Mia...-Gimió aún más fuerte al percibir la parte más húmeda y sensible de la joven rozar su erección. La castaña realizaba lentos movimientos circulares, sin llegar a penetrarse por completo. Aquella danza lo volvía loco. Disfrutaba de cada roce con un deleite inigualable. Y el hecho de que estuvieran en un lugar poco apropiado para disfrutar de aquel momento pasional, lo excitaban más.
{El cuerpo de Mia, sus gemidos, su sudor, sus besos, su aroma tan delicioso...Solo para ti.}
-Mia, te amo. -Miró sus rostro sofocado, sus labios hinchados, sus mejillas sonrosadas. Sentía sus delicados senos presionarse contra su pecho; su respiración acelerada, entremezclando sus alientos, creando una sola fragancia adictiva y deliciosa. ¡Tanto tiempo queriendo decírselo! ¿Debía ser de aquella forma? ¿A punto de conectar sus cuerpos de la manera más placentera posible, sobre su chaleco en el piso de un ascensor?
-Este es es un escenario poco común para declararnos...-Los movimientos de su cadera continuaban lentos. Sonrió ante la mirada intensa y lujuriosa de Harry, justo antes de atraerlo hacia ella para besarle con desenfreno. -Yo también te amo, siempre lo he hecho.

domingo, 24 de febrero de 2013

Capitulo uno.





Sábado, hoy es sábado. Por fin, después de una semana con exámenes, exámenes y más exámenes.

Me levanto de la cama a tropezones y voy al baño que hay en mi habitación. Miro mi cara en el espejo. Oh, dios que ojeras. Me quito la ropa poco a poco quedando como dios me trajo al mundo y me meto en la ducha. Pongo el agua como a mi me gusta, ni muy caliente ni muy fría. Relajo mí cuerpo gracias a esa ducha que tanto necesitaba. Me echo champú de coco en mi pelo y me lo aclaro. Salgo de la ducha y pongo una toalla alrededor de la cintura, seco un poco mi pelo y me visto. Unos pantalones de chándal, una camisa blanca y mis deportivas blancas. Salgo y cojo mi móvil. Una llamada perdida. Veo de quien es, Marie. Pulso el botón de devolver llamada y me lo pego a la oreja.

-Llamada telefónica.-

-Hola Niall, por fin despiertas.-Hablan por la otra linea.
-No me llames Niall por aquí, nunca.-Ordeno.-Llámame Edwin ya lo sabes.
-Vale, vale perdón señor Edwin.-Suelta una risa irónica esa señora tan odiada por mi y por todo el mundo.
-¿Qué quieres Marie?
-¿Tienes que venir a mi casa?
-Si, supongo, esta tarde me pasaré para ver a su hija.
-Bien, bien. Pues quiero que me hagas un trabajo.
-¿Qué trabajo?
-Hoy voy al banco, ya sabes. Quiero que entretengas a mis hijas Sidney y a Alison.
-¿Sidney?
-Si, mi otra hija.
-Esta bien. Después de comer iré. Adiós.

-Cuelgo.-

Dios, esta señora me da asco. No sé como me pude meter en todo esto.
Baje bajo y estaban mis padres y mi primo desayunando.

-Hola.-Les di un beso a cada uno y una colleja a mi primo.
-Hola hijo.-Hablo mi madre.-Ahí tienes el desayuno.-Señaló el microondas.
-Muchas gracias.-Fui hasta donde estaba mi comida lo abrí y tortitas. Que rico. Saqué el plato y lo deje encima de la mesa y me senté.
-¿Qué vas ha hacer hoy?-Preguntó esta vez mi padre.
-Pues no lo sé, supongo que por la tarde iré a casa de Alison y luego por la noche con Zayn y Harry.-Corto un trozo de mis tortitas y me lo meto en la boca.
-Bien.

El resto del desayuno lo pasamos en silencio. Cuando acabo dejo mis platos en el fregadero y me subo arriba de nuevo a mi habitación.

II Narra Sidney II

-¡Alison! ¿Dónde están mis botas?
-¡Y yo que sé!-La oigo decir desde su habitación.-Yo no me pongo de esas cosas, ya lo sabes.

Sigo buscando mis preciadas botas militares hasta que al final las encuentro debajo de mi cama. Me las pongo y bajo a desayunar. Cojo una manzana y me siento delante de la tele. No echan nada, guay y para colmo hoy viene el novio de Alison y no me puedo ir por la tarde, bien.
Me termino la manzana y subo a mi habitación. Me meto en el baño y meto mis dedos en la boca provocando que toda la manzana y todo lo que tengo dentro echarlo en el inodoro. Si, soy bulímica. Me doy asco, da asco mi cuerpo. Si, la gente puede decir que soy guapa, y estoy “buena” pero desde que soy pequeña, desde que se metían conmigo por ser una niñita de mama, siempre llevando cosas rosas, adornos rosas, parecía un nenuco. Cambié, cambié en todo, mi forma de ser, mi vestuario, en todo. Ahora soy fuerte, no lloro, nadie me ha visto llorar y mi vestuario, bueno…es funky, rock, lo que prefieras llamarlo.

Me levanté y me mire, sequé las lágrimas que caían por mis mejillas y salí. Cogí mi cámara de fotos y baje.

-¡Me voy!-Cogí mis llaves y salí de aquella casa llamada “hogar”.

Me fui a un parque que había cerca de casa, es muy bonito, siempre que quiero hacer fotos este es el lugar perfecto. Me adentré al parque mientras hojas verdes caían por los lados, me senté en el suelo apoyada en un gran árbol que había en el parque al lado de un lago donde siempre había patos pero hoy raramente no había. Estaba totalmente desierto, no había nadie jugando, ni niños, ni parejas paseando a sus perros ni siquiera ese señor mayor que se sienta al lado del lago dando de comer a los patos.
Saqué un cigarro de mi bolsillo y lo encendí. Primera calada, adiós nervios, adiós mundo. Me recosté mejor contra el árbol y seguí fumando hasta que una voz detrás de mi hizo que me asustara.

-Oh, dios. Que susto me has dado imbécil.-Alcé mi vista para ver al chico que había apoyado en el árbol.
-Lo siento, no pretendía asustarte.-Sonrió.-Me llamo…